
Decora tu casa con objetos de segunda mano
La decoración vintage es aquella que cuenta con muebles de épocas pasadas y los combina con actuales creando mezclas únicas.
Hay que tener cuidado al optar por este estilo ya que debemos elegir los muebles evitando sobrecargar o envejecer el espacio demasiado.
Los muebles de estilo vintage son fáciles de distinguir por su aspecto antiguo y envejecido, colores desteñidos o superficies desgastadas.
Diferencias entre estilo retro y vintage
Si nos ponemos a hablar de la decoración vintage es fácil confundirla con la decoración retro ya que son términos similares. Cuando se habla de retro a lo que nos referimos es al pasado más cercano, por lo que se trata de estilos y muebles que pueden verse como pasados de moda.
Si no tenemos cuidado podríamos elegir muebles sin valor artístico que se verán simplemente como viejos.
Diferencia entre muebles vintage y antigüedades
Los muebles vintage y las antigüedades se diferencian entre sí por su edad. Las antigüedades han de tener mínimo cien años, mientras que los muebles vintage son provenientes del siglo XX.
En cuanto a la consideración de mueble vintage hay diversas opiniones, algunos afirman que son los que provienen de los 20s en adelante y otros son de la opinión de que es de los 50s.

¿Por qué son exclusivos los muebles vintage?
Hoy en día con la producción masiva y la globalización tenemos gigantes en el sector mobiliario como Ikea, por lo que puedes encontrar las mismas piezas en diversas partes del mundo.
Es por eso quizás que se ha empezado a valorar con nostalgia aquello de épocas pasadas, y aquí entra en acción el estilo vintage, la singularidad de los muebles vintage viene de su carácter artesanal que convierte cada pieza en única e irrepetible ya que se hacían pocas unidades de cada modelo.
Diferentes estilos vintage:
Shabby chic
Este estilo de decoración vintage llamado shabby chic se traduce literalmente como desgastado y sofisticado, es por eso que este estilo se caracteriza por piezas clásicas con un toque desgastado.
Se trata de un estilo dulce, luminoso, delicado y muy personal, que se usa tonos pastel como el rosa, azul cielo, verde agua o beige.
Se utilizan siempre tonalidades claras sobre un fondo blanco para dar esa sensación de calma que se busca lograr. Algo muy característico de este estilo son las flores, que se añaden bien de forma natural en jarrones o en papel pintado, cuadros o telas.
Las cortinas tienen una gran relevancia aquí, con bordados y encajes que son también un must have cuando hablamos de la decoración shabby chic. Todo esto con estampados florales presentes, pero recuerda, ¡cuánto más pequeñas sean las flores mejor!
Combinaremos lo anterior con materiales como la madera y el hierro forjado, ambos siempre en tonos claros y acabado envejecido, si encuentras muebles vintage tapizados o restaurados estás de suerte, porque son los que más triunfan.
Como elementos de decoración los más destacados y que mejor funcionan son candelabros antiguos, marcos de fotos de estilo romántico, juegos de café o té antiguos y espejos antiguos en tonos dorados que dan ese toque romántico y femenino que se busca.

Estilo pop art
El estilo Pop Art es vibrante y colorido, su objetivo es sorprender y conducir a un choque ligero pudiendo llegar incluso a escandalizar.
Esta forma de decorar se adapta muy bien a un estilo juvenil, independiente, moderno y despreocupado por la estética, predominando el color y la forma.
La decoración pop es lo contrario del diseño minimalista, aquí donde todo debe ser combinado sin leyes de estilo. Los elementos del interior en el estilo pop art en sí mismos son una verdadera obra de arte.
Aquí encontramos que las imágenes de productos de consumo popular se presentan como obras de arte. Es posible que este estilo te suene por Andy Warhol ya que fue el precursor del mismo con sus icónicas obras que mostraban imágenes brillantes.
El material para las creaciones del Arte Pop se convirtió en los objetos, texturas y materiales de uso común. Los elementos de diseño están hechos de plástico, fibras sintéticas, objetos funcionales de forma pegadiza, accesorios repetitivos, carteles y souvenirs populares de bajo costo.

Estilo industrial
Para entender este estilo hay que hablar primero de cómo se originó. El estilo industrial aparece en Nueva York a mediados del siglo XX, cuando se empiezan a transformar fábricas y almacenes abandonados en espacios residenciales.
Al ser edificios de ese uso industrial, se hace la reforma quedando espacios abiertos, con techos altos y grandes ventanales.
Es un estilo enfocado en mostrar la estructura del edificio, mostrando paredes de ladrillo, vigas, tuberías y columnas. Tratándose antiguas fabricas, el hormigón, hierro, madera sin tratar y cuero están en pleno auge junto a colores neutro y el negro, el cual estará muy presente.
Todos los estilos decorativos de los que hemos hablado hasta ahora tenían sus piezas características y el estilo industrial no iba a ser menos, en este caso son las mesas de madera con patas de hierro, los sofás de cuero y los palés reconvertidos en mobiliario.
El estilo industrial también se favorece de la reutilización y transformación de objetos y muebles olvidados para darles una nueva vida. Las lámparas de metal grandes, las bombillas a plena vista, libros antiguos o los focos de cine son algunos de los objetos vintage beneficiados por este estilo.
Conclusiones
Hemos visto algunas de las tendencias que no pasan de moda, ¿con cuál te quedas tú?
Saca tu lado de diseñador y empieza a decorar hoy mismo tu casa, te sorprenderás cuánto puede cambiar cambiando los objetos decorativos.